sábado, 1 de abril de 2017

TERUEL Y EL FERROCARRIL

Larga lista de promesas incumplidas.




       La desconfianza está justificada. En Teruel llevan más de un decenio anotando promesas incumplidas, por carretera y por tren. El ferrocarril Zaragoza-Teruel-Valencia sigue sin estar electrificado, se tarda más en hacer el trayecto en tren que en coche, y hay tramos en los que los trenes tienen prohibido circular a más de 20 km/h por el precario estado de la vía.

     Por si fuera poco, ahora les ha llegado un nuevo motivo de zozobra: temen que el corredor ferroviario Cantábrico-Mediterráneo, el eje a reforzar por España para ser la conexión principal de ambas costas, se trace desde Tarragona-Zaragoza en vez de desde Valencia-Teruel.

     Todo esto más de 12 años después de que se quedara en la estacada el particular Cantábrico-Mediterráneo que prometió el Gobierno de Zapatero a los turolenses en el año 2004. Hasta entonces, el PSOE usó el tren como ariete contra el Gobierno de Aznar: exigió que el AVE Madrid-Valencia modificara su trazado proyectado para que pasara por Teruel.

     Cuando Zapatero llegó a La Moncloa, esa exigencia la aparcó de inmediato y, como placebo, prometió a Teruel ser escenario de un futuro corredor ferroviario de alta capacidad entre Valencia, el País Vasco, Asturias y Cantabria. Pero aquella promesa quedó en nada, pese a que dio de sí para que el entonces ministro de Fomento, José Blanco, organizara y presidiera un cónclave autonómico de presentación a bombo y platillo de ese proyecto.

     Y todo esto, a su vez, después de que el Gobierno, también allá por 2004, enterrara otro proyecto que sí había echado a andar con el Ejecutivo de Aznar: la conexión ferroviaria entre Teruel y Calatayud (Zaragoza), para dar a los turolenses una comunicación directa por tren con el AVE Madrid-Barcelona.

     Estos antecedentes están en la trastienda de la manifestación que este sábado protagonizará Teruel para exigir una modernización inmediata del ferrocarril que le conecta con Valencia y con Zaragoza, para que sea parte del corredor Cantábrico-Mediterráneo y para que sea una infraestructura realmente competitiva para el tráfico de personas y de mercancías. Esto último, además, concebido como motor de desarrollo empresarial para la provincia.