domingo, 13 de septiembre de 2015

Casa La Madrileña



La casa denominada La Madrileña fue diseñada por el arquitecto tarraconense Pablo Monguió para la familia Garzarán y construida hacia 1912 en estilo modernista.  La rejería se atribuye a Matías Abad y destaca por ser una de las más puramente modernistas de Teruel.
 Monguió entre 1910 y 1912 dota a la ciudad de bellos edificios reflejo del gusto de la clase burguesa y que convierten a Teruel en cabeza del modernismo en Aragón.


Se localiza en la plaza Carlos Castel, cerca de la Casa el Torico, construida también por Monguió. A principios del siglo XX tuvo un uso residencial, destinada a pisos de alquiler y un local comercial en la planta baja. Ocupa un estrecho solar entre edificios y su exótica fachada en color azul claro reúne las características más propias del estilo modernista: esmerada decoración, composición simétrica, mezcla de materiales…

Sobre la planta baja porticada se levantan tres pisos residenciales y un ático. Cada piso se abre por un balcón y el ático por cuatro óculos de formas sinuosas. Los tres balcones se enmarcan por un gran óvalo con decoración florar. Los balcones presentan decoración en relieve a modo de dintel y rejería a base de formas curvas y vegetales. En el balcón del segundo piso se observa que la rejería representa una curiosa forma de mariposa de gran belleza. Sobre el ático se dispone un alero voladizo realizado en madera, que se decora igualmente con flores.

Exteriormente conserva gran parte de su autenticidad e integridad, pero en el interior, su imagen ha sido algo alterada. Es considerado el edifico modernista más imaginativo de Teruel por su libertad compositiva y originalidad.




sábado, 12 de septiembre de 2015

La casa El Torico



La casa El Torico, sita en la plaza Carlos Castel n.º 13 de Teruel (España), fue construida en el año 1912 por el arquitecto tarraconense Pablo Monguió para la familia López y recibe este nombre por el local que originariamente ocupaba la planta baja, destinado a la venta de tejidos.

 El uso primitivo comercial y residencial se transformó en los años ochenta para albergar las oficinas de la Caja Rural Provincial. El edificio sufrió una profunda reforma interior para adaptarlo a su nuevo uso y tan sólo se conservan las fachadas y dos columnas de fundición en la planta baja.


Se ubica en la plaza Carlos Castel n.º 13, en un privilegiado solar en esquina con fachadas a las calles Hartzembusch y Tras el Mercado. Exteriormente todo el conjunto se unifica a través del color violeta de sus fachadas combinado con motivos decorativos en blanco, animados por la presencia de algunos detalles realizados en ladrillo, cerámica y forja. En la fachada a la plaza, el edificio se resuelve en continuidad con la estructura porticada de la plaza y presenta tres pisos sobre los porches. En esta fachada Monguió utiliza un variado vocabulario formal dominado por la utilización de la línea curva, dentro de una composición simétrica que se rompe en la esquina con la calle Hartzembusch. Las otras dos fachadas están concebidas con una mayor simplicidad.

  




La casa es uno de los mejores edificios modernistas conservados en Aragón por su pureza estilística, sentido lúdico y libertad compositiva, todo ello resaltado por la armonía y el cuidado del detalle de los motivos decorativos en los distintos materiales. Por otro lado, es reflejo de un contexto histórico muy concreto, el de la ciudad de Teruel de principios del siglo XX, y de una nueva clase social burguesa con una mentalidad y unos gustos artísticos muy determinados que, en este caso, Pablo Monguió supo plasmar a la perfección.